Indicios de fallo de las poleas damper de cigüeñal

Las poleas damper de cigüeñal son poleas del cigüeñal con un elemento amortiguador de caucho instalado entre los dos componentes metálicos principales. Estos componentes, que se introdujeron para absorber las vibraciones procedentes del cigüeñal y para proporcionar un funcionamiento mucho más fluido al sistema de transmisión, se pueden encontrar en la mayoría de los últimos modelos de turismos y vehículos comerciales ligeros.

Sin su efecto amortiguador, las vibraciones se transmitirían a través del sistema de transmisión por correa de accesorios y podrían dar lugar a una avería prematura. También conviene destacar que, puesto que la correa de distribución también se encuentra acoplada al cigüeñal, cualquier funcionamiento incorrecto del compensador de harmónicos también tendría un impacto negativo sobre el sistema de transmisión por correa síncrona. Por este motivo, es necesario sustituir este componente tan pronto como deja de garantizar una reducción de las vibraciones debido a su desgaste.

Asimismo, cuando una polea damper de cigüeñal llega al final de su vida útil, Gates recomienda sustituir simultáneamente todos los componentes sometidos a desgaste para, de esta forma, garantizar la mejor solución a largo plazo.

¿CÓMO FALLAN LAS POLEAS DAMPER DE CIGÜEÑAL?

Preste especial atención al revisar las poleas damper de cigüeñal, puesto que los daños no son siempre visibles a simple vista:

1. Microgrietas en el elemento amortiguador de caucho

Aspecto: El caucho presenta pequeñas grietas.

Causa: El endurecimiento de la superficie provocado por el envejecimiento del producto que, en última instancia, provoca la avería del amortiguador.

Solución: Sustituya la polea damper de cigüeñal.

Nota: las grietas con un ángulo de 45° son uno de los indicios de desgaste más habituales de un tiempo excesivo con el motor al ralentí.

2. Deformación del elemento amortiguador de caucho

Aspecto: El anillo de material elastomérico está claramente deformado. La deformación resulta inicialmente visible en la cara posterior del amortiguador. Este tipo de daños suele pasar desapercibido en las inspecciones, puesto que muchas veces no se desmonta la polea para revisarla visualmente y solo se examina desde la parte frontal.

Causa: La cara posterior del amortiguador está situada más cerca del motor, por lo que está expuesta a más calor y contaminación.

Solución: Sustituya la polea damper de cigüeñal.

3. Separación del caucho

Aspecto: El caucho se desprende y se queda pegado entre las poleas y la correa.

Causa: Las exigentes condiciones de funcionamiento (vibraciones, impactos, calor y contaminación) hacen mella en el dispositivo de amortiguación. Con el paso del tiempo, esta situación genera un deterioro del caucho: fisuras en el propio material y su separación del metal.

Solución: Sustituya la polea damper de cigüeñal.

4. Ranuras dañadas

Este tipo de situación solo se produce en las poleas damper de cigüeñal que incorporan lengüetas indicadoras de desgaste para comprobar el desplazamiento angular del caucho con respecto a la polea.

Aspecto: Marcas de fricción claras de las pestañas de desgaste metálicas en las ranuras.

Causa: La pestaña de desgaste metálica no puede entrar en contacto con la ranura hasta que el elemento amortiguador de caucho está muy desgastado. Cuando se produce este desgaste, la lengüeta roza repetidamente la ranura y deja marcas de fricción.

Solución: Sustituya la polea damper de cigüeñal.

5. Cojinetes dañados

Aspecto: Cojinetes agrietados o partidos que provocan importantes vibraciones.

Causa: Ajuste de un par de torsión incorrecto durante la instalación.

Solución: Sustituya la polea damper de cigüeñal.

Nota: cada modelo exige el ajuste de su par de torsión exacto.

6. Avería completa

Aspecto: La polea damper de cigüeñal se rompe físicamente. También es posible que se desprenda del motor completamente, lo que provocaría una avería inmediata y daños colaterales.

Causa: Exceso de vibraciones debido a un mantenimiento insuficiente.

Solución: Sustituya la polea damper de cigüeñal y revise la existencia de posibles daños en los demás componentes. Compruebe si los niveles de vibración del motor se sitúan dentro de los límites aceptables. Asegúrese de que el volante de doble masa y la polea libre de alternador funcionan correctamente.